Música cristiana de alabanza y adoración | "Todos viven a la luz de Dios" La bendición de Dios
Música cristiana de alabanza y adoración | "Todos viven a la luz de Dios" La bendición de Dios
I
Exultantes, la santidad y justicia de Dios
progresan por todo el universo,
alabadas por toda la humanidad.
Las ciudades del cielo ríen,
los reinos de la tierra danzan.
¿Quién no se regocija? ¿Quién no está llorando?
Los hombres no discuten ni llegan a las manos;
no deshonran el nombre de Dios,
viviendo a la luz de Dios, en paz unos con otros.
II
La tierra pertenece al cielo,
el cielo se une con la tierra.
El hombre es el lazo que ata cielo y tierra.
Gracias a la santidad del hombre,
gracias a su renovación,
el cielo ya no se esconde de la tierra,
la tierra ya no se sujeta al cielo.
Los hombres no discuten ni llegan a las manos;
no deshonran el nombre de Dios,
viviendo a la luz de Dios, en paz unos con otros.
Los hombres no discuten ni llegan a las manos;
no deshonran el nombre de Dios,
viviendo a la luz de Dios, en paz unos con otros.
III
El aire es fresco, la densa niebla ha desaparecido,
el sol no cesa de brillar.
El aire es fresco, la densa niebla ha desaparecido,
el sol no cesa de brillar.
El aire es fresco, la densa niebla ha desaparecido,
el sol no cesa de brillar.
El aire es fresco, la densa niebla ha desaparecido,
el sol no cesa de brillar.
Los rostros de la humanidad
están envueltos de una sonrisa.
Escondida en sus corazones,
la dulzura no se reprime.
Los hombres no discuten ni llegan a las manos;
no deshonran el nombre de Dios,
viviendo a la luz de Dios, en paz unos con otros.
Los hombres no discuten ni llegan a las manos;
no deshonran el nombre de Dios,
viviendo a la luz de Dios, en paz unos con otros,
en paz unos con otros, en paz unos con otros.
